The Human Microbiome and Child Growth – First 1000 Days and Beyond

Robertson RC, Manges AR, Finlay BB, Prendergast AJ. The Human Microbiome and Child Growth – First 1000 Days and Beyond. Trends Microbiol. 2019 Feb;27(2):131-147. doi: 10.1016/j.tim.2018.09.008. Epub 2018 Oct 24. PMID: 30529020.

Durante el embarazo, una microbiota vaginal poco diversa pero rica en Lactobacillus, se asocia con nacimientos a término y peso corporal y estatura adecuados al nacimiento. Por el contrario, una microbiota vaginal diversa y rica en Prevotella spp., Gemella spp., y Corynebacterium, se asocia con estatura baja al nacimiento. Por su parte, durante los primeros seis meses de vida un crecimiento adecuado en estatura se asocia con la presencia de Bifidobacterium longum y Streptococcus thermophilus; microorganismos menos presentes en niños con desnutrición. La leche materna durante este periodo esta asociada con una presencia importante de Bacteroides y Bifidobacterium. Conforme el niño gana edad, concentraciones elevadas de Akkermansia muciniphila, Methanobrevibacter smithii, Faecalibacterium prausnitzii, Lactobacillus y, necesariamente microorganismos anaeróbicos, se asocian con un crecimiento lineal adecuado, en tanto que Escherichia coli, Staphylococcus aureus y otros microorganismos están asociados con una severa desnutrición. Existe una interacción entre una microbiota inmadura y los factores de riesgo que contribuyen a la desnutrición, de ahí que la diarrea, la nutrición, el peso al nacer y otros factores influyen en el desarrollo de una microbiota desnutrida.

La microbiota intestinal regula un sinnúmero de procesos que se relacionan con el crecimiento en estatura del niño durante los primeros 1000 días de vida. La estructura y el funcionamiento de la barrera intestinal constituida principalmente por la mucosa, los péptidos antimicrobianos, el epitelio y las uniones intracelulares, están reguladas por la composición de la microbiota intestinal, de ahí que un niño con desnutrición presenta estos mecanismos alterados. Una microbiota intestinal sana resiste frente a la agresión de los patógenos, de igual manera regula la actividad de la GH/IGF-1, quien a su vez estimula el crecimiento en estatura en los primeros meses de la vida. La microbiota intestinal juega un papel fundamental en los nutrimentos y su metabolismo, lo que significa que se relaciona estrechamente con la digestión, absorción y reserva de energía. Una microbiota disbiótica durante los primeros meses de la vida afecta el metabolismo de los nutrimentos, además de que no es lo suficientemente fuerte para proteger al organismo de los microorganismos patógenos, propiciando así que la barrera intestinal se altere, la mucosa se degrade y aumente la permeabilidad del intestino. Esta afección en el organismo contribuye a la presencia de una disfunción entérica, inflamación crónica sistémica y diarrea, lo que afecta el crecimiento lineal del niño. Una microbiota disbiótica también afecta el metabolismo de los aminoácidos esenciales, así como la síntesis de la hormona del crecimiento.

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